Historia de la Música

Félix Mendelssohn

Hijo de un adinerado banquero judío y una madre de enorme talento

artístico, Félix Mendelssohn (1809-1847) destacó tanto en la música como en

las artes plásticas. De hecho, algunos de sus mejores trabajos, como por ejemplo el Sueño de una noche de verano (1826) y la Sinfonía escocesa (1830-1842), se pueden describir como el equivalente musical de la pintura impresionista, repleto de simbolismo e imitaciones de sonidos naturales y fantásticos.

 De joven, estudió con Karl Zelter, un destacado profesor de música alemán y devoto de Bach. Mendelssohn estudió a fondo la forma de la fuga, y al poco de cumplir 20 años dirigió una representación de La Pasión según san Mateo, de Bach, que recibió tan buena acogida que se dice que provocó el renacer de las obras de ese compositor en el continente. Durante la gira posterior visitó Escocia, lo que le sirvió de inspiración para escribir varios de sus trabajos, entre los que se incluye su famosa Sinfonía escocesa. Con 27 años se casó y se convirtió en director de la orquesta Leipzig Gewandhaus.

En una gran parte de su música encontramos una temática fantástica, como es evidente en sus «bailes de hadas» del Octeto para cuerda (1825) y en la música de entreactos de El sueño de una noche de verano. Era un formulista clásico muy estricto, con Pocas trazas de la pasión romántica que impulsaba a la mayor parte de sus contemporáneos. Concitó además la admiración general como artesano musical.

Durante varios años tuvo una agenda tremendamente apretada de conciertos y clases. En torno a 1846, cuando estrenó su oratorio Elias en Londres, estaba tan agotado que se retiró a Francfort a descansar. Una vez allí recibió la noticia de la muerte de su amada hermana Fanny y sufrió un ataque que le provocó un derrame cerebral. Salió de este incidente taciturno y sin vida creativa y escribió pocas piezas antes de su muerte, sumido en una tremenda depresión, al año siguiente.

 OTROS DATOS DE INTERÉS

 1. Cuando Mendelssohn era aún niño, su padre convirtió a toda la familia al protestantismo al creer que el antisemitismo en alza en Alemania podría dañar la carrera de su hijo. El nuevo apellido de la familia fue Mendelssohn-Bartholdy.

 2. Su primer maestro, Zelter, era amigo personal del poeta Goethe, que acabaría adorando las composiciones del joven de 20 años al que invitaba a menudo a que tocara para él.

3. El abuelo del compositor, Moses Mendelssohn, fue un conocido filósofo.

 4. Mendelssohn compuso la famosa Marcha nupcial, que desde entonces ha servido de acompañamiento a miles de ceremonias matrimoniales.

Fuente: Libro "365 días para ser más culto" de David S.Kiddel y Noah D. Oppenheim

EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN

La respiración debe ser diafragmática, no torácica, es decir, que el aire tiene que entrar lo más profundo posible; al respirar no deben subir los hombros. Si es necesario que cada uno se los sujete. Hay que llenar la tripa de aire y se tiene que inflar: esa es la manera de respirar cuando se está tumbado.

1.- Expulsar todo el aire por la boca hasta que no quede nada en los pulmones. Contar hasta 3. Abrir la boca para que entre todo el aire posible hasta el fondo de la tripa tratando de que no se oiga. Aguantar contando hasta 5, y expulsar poco a poco. Respirar normalmente. Si se sienten como mareos no tiene importancia, pues se pasan enseguida; se deben a una hiperventilación.

2.- Inspirar mientras se cuenta hasta 3 y expirar con “s” entre dientes mientras se cuenta hasta 10. A medida que se va haciendo el ejercicio se irá contando progresivamente hasta 12, 15 … hasta donde se llegue. Hacerlo después con una nota fija y con una letra “u”.

3.- Inspirar con un agujero de la nariz, tapar los dos, contar hasta 3, expirar por el otro, tapar los dos, contar hasta 3, inspirar por el que se acaba de soltar, tapar… etc.

4.- Dar una nota a cada cuerda (un acorde, por ejemplo) mantenerla, respirando cuando cada uno quiera con la condición de que no se oiga, y de que el sonido no se interrumpa en ningún momento. Se puede ir cambiando de nota.

VOCALIZACIONES

Ludwig van Beethoven

La historia ha considerado a Ludwig van Beethoven (1770-1827) de diferentes modos: el puente entre los períodos clásico y romántico; un genio atormentado y en constante sufrimiento; y a veces incluso en el mejor compositor de todos los tiempos. Pero al contrario que Bach o Mozart, que han recibido ese mismo elogio, Beethoven hizo todo lo posible por escapar de las convenciones bajo las que se desarrollaba su talento. Su verdadero legado consistió en ser la primera gran figura de la música occidental. Llegó al límite en cada una de las piezas que compuso para ganar los corazones y las mentes de los oyentes que escuchaban su música por primera vez.

Ya adulto, Beethoven fue víctima de una dolorosa afección intestinal, un páncreas hinchado y una cirrosis del hígado. En torno a 1800 empezó a afrontar una de las peores pesadillas de un compositor: estaba perdiendo oído. En lugar de desesperarse, Beethoven se esforzó el doble y se negó a anteponer los caprichos de sus patrones a su propio deseo creativo: «Lo que tengo en el corazón debe salir», escribió en una carta, «y así es como lo escribo».

La carrera de Beethoven pasó por tres etapas diferenciadas. En la primera, donde se enmarca la mayor parte de su trabajo, se incluyen sus dos primeras sinfonías, claramente clásicas vienesas, cuyo sonido recuerda a Haydn. Esta fase llegó a su fin con la Sinfonía nº 3, la Heroica (1804), un hito musical creado originalmente en honor a Napoleón Bonaparte. Superó las barreras de la sinfonía clásica con un final rimbombante y denso. En Viena nunca se había escuchado nada parecido. En el siguiente período, conocido como heroico, compuso algunas de sus obras maestras, incluyendo la ópera Fidelio, algunos conciertos para piano asombrosos y un concierto para violín.

En la etapa final de su vida, que comenzó en torno a 1810, el compositor se fue aislando cada vez más del mundo exterior. Estaba solo, constantemente enamorado y ahogado en la desesperación ante unas condiciones físicas cada vez más dolorosas y una sordera cada vez mayor. Murió en Viena, acompañado de sus amigos, en 1827.

OTROS DATOS DE INTERÉS

1. El padre de Beethoven era un cantante de la corte de Bonn con problemas con el alcohol y algo violento. Cuando Ludwig era sólo un niño intentó convertirlo en un niño prodigio al estilo de Mozart; para ello lo encerraba durante horas en su habitación para que practicara con el clavicordio.

2. En 1802 Beethoven escribió una conocida carta a su hermano llamada «el testamento de Heiligenstadt» en honor al nombre de la ciudad en la que fue escrita; en ella le explicaba con un lenguaje florido y en ocasiones ininteligible que vivía en un constante estado de desesperación y que de no haber sido por su amor por la música y su pasión por la vida seguramente habría acabado suicidándose.

Fuente: Libro "365 días para ser más culto" de David S.Kiddel y Noah D. Oppenheim

La Sinfonía nº 9 , Coral, de Beethoven

En 1792, Ludwig van Beethoven (1770-1827) comenzó a estudiar con Franz Joseph Haydn y posteriormente con Antonio Salieri. Beethoven era un pupilo arrogante e impertinente famoso por sus improvisaciones apasionadas al piano. Muchos críticos afirman que alcanzó la madurez como compositor cuando aprendió a combinar su celo y amor por la música con la lógica de las formas clásicas.

El estricto respeto a las formas clásicas de Beethoven llegó a su fin en 1810, cuando se sumió en la más profunda desesperación y alienación debido a sus graves problemas de salud, la pérdida de audición y su soledad. Tocó el piano por última vez en 1814, y desde 1819 todas sus conversaciones fueron con notas escritas.

Fue en esta situación, en los últimos años de su vida, cuando Beethoven escribió la Sinfonía nº 9, Coral (1824), una expresión admirable de su pasión creativa plasmada sobre la partitura cuando ya estaba completamente sordo, y una última demostración de su amor por la música y de su pasión artística.

La pieza, de más de una hora de duración, está compuesta por cuatro movimientos que comienzan con una apertura dramática adherida sólo de refilón a la fórmula clásica. Conduce a un movimiento lento y ligero de scherzo (una forma de baile), y a continuación llega una sección de adagio lento, un momento de tranquilidad extenso, delicado, casi prudente, antes de que irrumpa la tormenta final.

El movimiento final de la sinfonía Coral es uno de los más grandiosos finales de todos los tiempos y es conocido prácticamente en todo el mundo. Es la primera vez en la que una sinfonía recurre a toda una coral junto a la orquesta al completo. Cuando el coro empieza a interpretar la Oda a la alegría, un himno extático a la vida, la música va creciendo lentamente hasta el movimiento de clímax eufórico y atronador.

OTROS DATOS DE INTERÉS

1. El texto de la Oda a la alegría en la que se incluyen frases como «¡Alegría, hermosa chispa de los dioses, hija del Elíseo! ¡Ebrios de ardor penetramos, diosa celeste, en tu santuario!», tiene su origen en un poema de 1785 del poeta alemán Eriedrich Schiller.

2. Según la leyenda, cuando Beethoven se moría, al poco de terminar la Sinfonía nº 9, hubo una tormenta en Viena. El compositor yacía inconsciente sobre su cama, y en el momento en el que sonó un relámpago, se incorporó de repente, agitó su puño hacia el cielo y cayó sin vida.

Fuente: Libro "365 días para ser más culto" de David S.Kiddel y Noah D. Oppenheim.

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