Flora y Fauna
 

VEGETACIÓN

La situación geográfica de Vadocondes, dentro de la meseta castellana, así como las condiciones climáticas que se dan en esta zona de la submeseta Norte, favorecen el desarrollo de una gran riqueza biológica debido a la gran variedad de ambientes que encontramos.
Pese al no muy abundante régimen de lluvias se pueden encontrar zonas de abundante aporte hídrico por la presencia del río que contrastan con las zonas más alejadas al pueblo de una aridez más acusada. De la misma manera las condiciones climáticas, también extremas, condicionan en gran medida el tipo de vegetación. Los contrastes entre un verano caluroso y seco y un invierno con frecuentes heladas favorecen únicamente a especies robustas y bien adaptadas. Así pues, desde la depresión provocada por el Duero hasta las zonas más altas y áridas nos cruzamos zonas de diferente composición florística que dotan a estos parajes de un singular interés.

Partiendo desde las orillas del río podemos encontrar una típica vegetación de ribera de gran desarrollo y conforme nos alejamos de este encontramos bosques mixtos de pinos, sabinares y zonas de características más esteparias donde no llega a desarrollarse el bosque.


Bosque de ribera

El medio ribereño constituye una singularidad ambiental y paisajística dentro del marco general del territorio en que nos encontramos. Este hecho es debido principalmente a la mayor disponibilidad hídrica respecto al resto de las áreas que determina un suelo y un ambiente más húmedo, así como una menor temperatura. Estas especiales condiciones permiten a esta zona un desarrollo exuberante de la vegetación, que se concreta en la existencia de un bosque de con un estrato superior que llega a alcanzar los 30 m.
Este bosque contrasta fuertemente, por su tipo de vegetación, con el resto del entorno más seco marcándonos perfectamente el paso del río.
Su composición es muy rica en especies:

  • En su estrato arbóreo, esta formada chopos (Populus nigra, Populus alba), olmos (Ulmus sp.) y sauces (Salix sp.), especies de rápido crecimiento y no muy longevas, que le dan a este bosque el típico aspecto de galería.
  • En su estrato arbustivo esta formado principalmente sauces (Salix sp.) en forma de arbustos más cercamos al río y cuya morfología permite resistir las crecidas.
  • En su estrato herbáceo encontramos junto al cauce, y muchas veces dentro de él, gran cantidad de especies típicas de ambientes húmedos como la espadaña (Typha sp.) , el carrizo (Phragmites australis), diversas especies de juncos (Scyrpus sp.) o en algunas ocasiones gladiolos (Gladiolus sp.) e iris (Iris sp.)
  • Muy importante también es la vegetación acuática que encontramos dentro del lecho del río, en ambos márgenes, en zonas donde la corriente y el sustrato permite su proliferación, encontramos especies potamogetonáceas, ranunculáeas y ninfáceas.
Pinares

En amplias zonas de la geografía vadocondina encontramos bosques de pinos bien desarrollados que ocupan zonas de substrato pobre y arenoso.
Estos pinares, han sido históricamente muy explotados por el hombre (producción de resina y piñones) por lo que su estructura, así como su composición, esta muy influenciada por la acción humana, En general se trata de pino piñonero (Pinus pinea) que aparece mezclado con el resinero (Pinus pinaster).



Pino resinero (Pinus pinaster) : A- Imagen de la corteza B- Vista de la piña.

El sotobosque de estos pinares es muy pobre en especie a causa de las condiciones tan desfavorables del sustrajo. Domina, principalmente la forma arbustiva de la encina, la coscoja o chaparra (Quercus coccifera), también muy afectada por la poda que ha sufrido para su explotación como leña, aparecen frecuentemente la estepa o jara (Cistus sp.) , la retama, el cantueso, el berceo (Stipa gigantea), etc...

Sabinares

Este tipo de formación arbórea esta compuesta casi fundamentalmente por el árbol que le da nombre la Sabina (Juniperus phoenicia), conocida también en esta zona como Enebro, aunque este término puede llevar a confusión con otras especies del mismo género de las que también encontramos representación aunque en una proporción casi anecdótica.
Se trata de un árbol de muy lento crecimiento pero de una extraordinaria longevidad, muy apreciado por el hombre por la resistencia de su madera, a sido utilizado desde antaño en la construcción.
La estructura típica de sabinar que encontramos por esta zona es la de un bosque es muy aclarado, debido a la explotación que el hombre ha hecho él y una de las principales características de este árbol de una velocidad de crecimiento muy lenta, lo que dificulta su recuperación



Imagen típica de un sabinar

Por estas especiales características encontramos una distribución mas desdibujada con algunas zonas de mayor densidad y con ejemplares que tienen varios siglos de vida y otras en etapa de recuperación con ejemplares más jóvenes.
Estos bosques son una representación de lo que era la vegetación autóctona de toda esta zona y que en la actualidad están en franca regresión.



Otras vegetaciones.
En este apartado englobamos tipos de vegetación que no tiene estructura boscosa pero que son muy importantes dentro de la globalidad de la biodiversisdad de la zona.
Se trata fundamentalmente de especies herbáceas o arbustivas pero de gran productividad y que permiten el desarrollo de una muy variada fauna. Este tipo de vegetación esta adaptada a las duras condiciones climáticas, en muchas ocasiones se trata de plantas aromáticas como el caso del tomillo, el romero o el espliego que por si solos pueden formar extensas zonas de matorrales de muy baja altura y que ocupan zonas de transición donde no puede desarrollarse el bosque.
SABINA
 

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